20-N VOTA EN BLANCO

04.11.2011 13:15

Ningún otro voto es tan democrático, desinteresado y responsable.

 

Es evidente que el voto en blanco está devaluado y penalizado por los políticos, pero piensa bien y verás que lo penalizan porque es el que más temen. El Voto en Blanco es democrático y representa el rechazo a todas las opciones políticas, aunque no al sistema democrático, en el que se sigue creyendo. Es el voto más adecuado cuando los partidos son corruptos o cuando sus programas no son atractivos, o cuando incumples esos programas, o cuando han acumulado más poder del lícito, o cuando han pervertido el sistema, como, en mi opinión, ocurre en España.

 

Cuando uno vota en blanco no importa tanto el destino del voto como la intención a la hora de votar. Ese voto es un honesto y valiente rechazo a la mediocridad y a la corrupción. En España, injustamente, tratan el voto en blanco como nulo, pero no es cierto que sean para el partido ganador. Lo que debería conseguirse es que el voto en blanco sirviera para que los escaños que le corresponden queden vacios en el Congreso, en señal de repulsa a los demás partidos y a las deficiencias del sistema. Considero que el panorama político está tan mal que ningún partido merece nuestro voto. El voto en blanco no es defendible como una opción permanente, sino como el más noble recurso mientras que la democracia esté degradada o secuestrada, como es el caso de España.

 

Lo importante es asumir que mientras sigamos castigando a un partido que mal gobierna votando al partido contrario o a la opción menos mala, lo que conseguimos es alimentar el sistema y evitar la crisis que lo pondría todo patas arriba. Esa crisis llegaría si el voto en blanco fuera mayoritario. Votar ahora al partido de la oposición u a otra opcion significa que todo continúe igual. Ten en cuenta que los partidos siempre ganan, porque así se lo tienen montado: el que vence asume el gobierno, pero los que pierden van a la oposición, donde hay privilegios, coches oficiales, dinero público, puestos en consejos, cuotas, privilegios, etc., una situación relativamente cómoda que les lleva a esperar a que el adversario se desgaste para poder llegar ellos al poder.

 

Mientras tanto, el sistema sigue deteriorado y la democracia, prostituida por estos partidos que lo ocupan todo, como si fueran bandas de termitas, sin respeto a la separación de poderes, a la sociedad civil, a los ciudadanos y a las leyes.